Mensaje de Anthony J. Dean, Presidente de WINFOCUS
La práctica clínica se vuelve más y más difícil cada día, con nuevos algoritmos de cuidados de pacientes, protocolos más complicados, equipos de cuidados más grandes, nuevos medicamentos con múltiples efectos adversos e interacciones y nuevas enfermedades que surgen de las cenizas de las “curas” previas. Hay recortes de personal, escasez de recursos, estrés laboral, retos financieros y erosión de la autonomía profesional.
La fórmula varía según el sitio de trabajo, la institución y el pais, pero siempre incluye estos ingredientes. La Tecnología informática a veces ayuda, pero cada nuevo milagro de conexión conlleva un precio extraído de nuestra autonomía, individualidad, tiempo, libertad o algun otro placer que previamente no apreciábamos.
Irguiéndose como bastión contra esta embestida, el Ultrasonido al Punto de Atención (UPA) es un tesoro para pacientes y clínicos por igual. En las manos de proveedores de cuidados prenatales (enfermeros, oficiales de salud, comadronas) juega un rol vital en la lucha por disminuir la mortalidad perinatal en el mundo en desarrollo. En todo ámbito de salud, desde el más rico hasta el más pobre, el ultrasonido es la herramienta de elección para guiar el tratamiento del paciente críticamente enfermo en los siguientes segundos, minutos y horas.
El UPA es un enorme tesoro para nuestros pacientes, pero cada vez que lo utilizamos, también nos enriquece a nosotros, los proveedores.
A los humanos en general, y a los profesionales de la salud en particular, nos satisface hacer bien lo que hacemos. Hemos pasado años en entrenamiento y prácticas. El ultrasonido aumenta nuestra satisfacción profesional al hacernos más inteligentes, mejores y más efectivo en nuestra labor.
Si practicaste en los 90s cuando el acceso a estudios de imagen médicos era restringido, o si laboras en un ámbito de escasos recursos, sonríes cada vez que sostienes la sonda de ultrasonido porque te provee seguridad en tu toma de decisiones, ya sea tranquilizando al paciente que egresas a casa o recomendando un tratamiento doloroso y caro. Para los afortunados que lo hemos aprendido, el UPA disminuye la incertidumbre diagnostica y aumenta la exactitud, disminuye la ansiedad y aumenta la satisfacción laboral.
El tiempo con nuestros pacientes continúa siendo erosionado por tareas fuera del cuarto del paciente: revisando datos clínicos, resultados de estudios de laboratorio e imagen y documentando los cuidados. El ultrasonido es la única innovación de los últimos 100 años que ha aumentado el contacto del practicante con el paciente. Al escanear, el paciente y su familia observan nuestros rostros. Ven la habilidad de nuestras manos y mentes en acción. Nos hacen preguntas y nos dan la oportunidad de evaluar detalles de sus historias y aprender un poco sobre sus vidas. Ya sea en una clínica externa manejando el edema de miembros inferiores de alguien o en la unidad de cuidados intensivos tratando un paciente con falla multiorgánica, el ultrasonido vuelve a invertir en nosotros el poder de nuestras manos y reconstituye el vínculo con nuestros pacientes.
Juntos, avanzaremos como los abanderados de la tecnología médica más revolucionaria y de mayor alcance de nuestros tiempos.
Anthony J. Dean, MD FACEP FAAEM
Presidente, WINFOCUS
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